Javier Velásquez Quesquén, actual congresista de la bancada aprista, ha presentado un proyecto de ley que quiere atentar estratégicamente sobre ciertos artículos de la actual ley universitaria. Si bien esta ley no es perfecta, nadie puede negar de algunos cambios que han mejorado nuestro actual sistema universitario con esta nueva ley.

Para que no te me pierdas, vamos a dividirlo en tres puntos fundamentales, que nos interesa a nosotros como sanmarquinos, y a toda la comunidad universitaria del Perú.

1. REGRESA COTILLO

El sistema para elegir a las nuevas autoridades universitarias ha cambiado, ahora los alumnos somos partícipes, y en algunas facultades, los alumnos se pudieron imponer eligiendo a su actual decano, y de igual forma, los alumnos pudieron elegir a su actual rector, Orestes Cachay, y más allá de que sea el ideal o no, este sistema intenta velar por una elección más democrática de nuestras autoridades.

¿Qué va pasar ahora?

Si bien este proyecto de ley no cambia el sistema de elecciones, su SEGUNDA DISPOSICIÓN FINAL Y TRANSITORIA dice literalmente: 

“A la entrada en vigencia de esta ley, quedan sin efecto todas las normas aprobadas por la SUNEDU o el Ministerio de Educación y todos los procedimientos en trámite, que no sean compatibles con ella” 

¿Qué significa esto y qué tan grave es? 

Es simple, los procesos electorales se anulan, y las autoridades electas quedan destituidas, para dejar el paso a las anteriores autoridades, es decir, regreso nuestro “ilustre” ex rector PEDRO COTILLO ZEGARRA. De igual forma, pasaría en todas las universidades del Perú.

2. OTORGAMIENTO DE LICENCIAS

La SUNEDU significó un gran impacto para las universidades, porque sería esta quien otorgaría las licencias, y para esto, exigía estándares de calidad, lo cual, significaban muchos gastos para los dueños de las “universidades chicha”, las cuales, sirven de caja chica para ciertos partidos políticos.

¿Qué cambiará ahora?

Aferrándose a la irretroactividad de una ley, dicen que la Superintendencia Nacional de Educacion Superior Universtaria (SUNEDU) solo puede otorgar licencias a las universidades creadas después de promulgada la ley, es decir, las universidades que se crearon antes de esta ley, no tiene porqué cumplir con los estándares que exige la SUNEDU. No solo eso, borraron el párrafo donde se indicaba que las licencias que otorgaba la SUNEDU eran temporales y renovables por un periodo de seis años.

¿Qué tan grave es esto?

Se sabe que hay universidades que lo único que hacen es otorgar títulos que no sirven de nada, engañando así a los alumnos en general; así como se encontraron universidades cuyos locales eran deplorables, o que estaban en un segundo piso de un mercado, que no garantizan un aprendizaje a los alumnos. Y respecto al párrafo borrado, se asume que las licencias otorgadas serán definitivas, descuidando así la mejora continua de las universidades y la constante actualización de las mismas.

3. El actual directorio de la SUNEDU.

Es sabido que su directorio actual se compone por 7 miembros: El superintendente (designado por el MINEDU), el presidente del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (CONCYTEC), y 5 miembros nombrados por concurso público.

¿Ahora cómo será compuesto?

Tres docentes o rectores, tanto de universidades públicas como privadas, lo que harían un total de seis miembros, y estos seis, elegirán al superintendente.

¿Qué tan grave es esto?

Es una vuelta al pasado, donde los rectores eran juez y parte de sus propias universidades, es decir, ellos supervisaban la “calidad de la educación” a través de la Asamblea Nacional de Rectores (ANR).

Simplemente, así no se puede garantizar una verdadera fiscalización de las universidades, ni menos asegurar la calidad universitaria. Precisamente por eso se eliminó la ANR, por su ineficacia, y se creó la SUNEDU.

*Este proyecto de ley pasará en estos días a la Comisión de Educación del Congreso, que preside el fujimorista Lucio Ávila, luego de esto, entrará al debate en el pleno del Congreso, donde los fujiapristas tienen mayoría. 

A esta bancada, no le interesa la calidad universitaria, ellos simplemente están velando por sus universidades y regresando favores. No permitamos que sigan haciendo lo que quieran desde el Congreso, y menos con nuestra universidad.

Desde este pequeño espacio, me pronuncio en contra de este proyecto de ley e invito a la comunidad universitaria a estar a la expectativa para que no nos tomen por sorpresa.